lunes, 18 de febrero de 2008

La inflación real argentina es igual a la de Etiopía y Sri Lanka

En los tres casos se ubicó cercana al 18% en 2007; incluso la oficial resultó alta en la región

Hace unas semanas un presidente de un banco central admitió que su país enfrenta "un problema sustancial de inflación".

No fue en la Argentina. El diagnóstico pertenece al australiano Wayne Swan. El 3 por ciento de aumento de precios durante el año pasado pareció demasiado para los habitantes de una tierra en la que sólo los canguros suelen dar saltos tan altos. En la Argentina, que tuvo en 2007 una inflación oficial de 8,5 por ciento, no suele oírse un diagnóstico similar de parte de funcionarios oficiales.

¿A qué países sí se parece la Argentina en materia de inflación? La respuesta abre un abanico de comparaciones ajustables a todos los gustos. Según cuál sea la inflación que se calcule, será otro el país al cual podría parecerse.

Por ejemplo, el Gobierno calculó que en 2007 la Argentina se pareció a Kirguizistán (que terminó el año con apenas una décima más de inflación que nuestro país) y aspira a que este año el país no vuelva a terminar peor que Nigeria. El presupuesto 2008 habla de 7,7 por ciento, mientras que se estima que los nigerianos tendrán un 8 por ciento de inflación.

En cambio, los técnicos del Indec que denunciaron la manipulación de los índices creen que la inflación criolla (que calculan en 26,2 por ciento) sólo fue superada por Myanmar, donde el alza de precios fue de 36,9 por ciento, lo que provocó una ola de protestas, en el contexto de la llamada "rebelión de los monjes", y una brutal represión por parte del régimen militar.

Récord mundial

Un caso aparte, y fuera de toda comparación, es el de Zimbabwe. El país africano acaba de batir un nuevo récord mundial al alcanzar una inflación anual de 66.000 por ciento.

El gobierno del presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, había prohibido difundir datos oficiales sobre la inflación desde septiembre de 2007, cuando el dato anual alcanzó el 7900 por ciento. Sin embargo, un documento del Departamento de Estadística que trascendió en los últimos días indicó que la inflación en diciembre alcanzó el 66.212 por ciento.

El único consuelo que le queda a los zimbabuenses es que la cifra final fue considerablemente inferior a la que había proyectado el Fondo Monetario Internacional (FMI), que hace unos meses había anticipado que el país iba a terminar 2007 con una inflación de 150.000 por ciento.

Hay puntos intermedios. Un relevamiento de LA NACION sobre los cálculos que hicieron 20 economistas mostró a fines de 2007 valores que se ubicaron entre 17 y 18% para ese año. Eso pondría al país en una posición similar a la de Sri Lanka (17,7%) y Etiopía (17,8%) y muy cercana a la de Irán (19 por ciento).

Mención aparte merece la consultora que fundó el flamante aliado del Gobierno Roberto Lavagna. Pese a su acuerdo con Néstor Kirchner, no pudo evitar que hace unos días Ecolatina difundiera su estimación del índice de precios al consumidor para el año último: 23,9%. Ese porcentaje ubicaría la economía nacional en el cuarto puesto entre las de mayor inflación en el mundo, sólo superada por Zimbabwe, Myanmar y Venezuela (24,1%), y en línea con países como Eritrea, una nación africana cuyo PBI per cápita es menor al de la Argentina.

"Probablemente el caso argentino sea hoy el único entre las economías de ingresos medios-altos con esos niveles de inflación -dijo a LA NACION Claudio Loser, ex director del Departamento de Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI)-. Más aun, si se considera que en términos de poder de compra la Argentina tiene el nivel de ingreso per cápita más alto de América latina, la posición del país es aún más lamentable."

Problema regional

De los países con los que la Argentina mantiene una relación política y comercial fluida sólo Venezuela y Bolivia tuvieron una inflación mayor que la que admitió el Indec, mientras que Uruguay terminó en el mismo nivel (8,5%) y la sorpresa fue Chile, que quedó muy cerca (7,8 por ciento).

La aceleración de la inflación en países vecinos indica que el problema que enfrenta la Argentina no se explica únicamente por factores internos. Los especialistas destacan que la región está sufriendo en carne propia un efecto indirecto de la suba de los precios de sus exportaciones -básicamente, productos commodities - que repercute en un incremento en los precios de los alimentos.

Igualmente, hay países en América latina que demostraron que se puede combinar alto crecimiento económico con inflación baja, como Perú, que terminó 2007 con un crecimiento del PBI de 8 por ciento y una inflación de 3,9 por ciento.

Según Loser, hoy "la tasa de inflación promedio en el mundo es mucho menor a la de décadas pasadas, gracias a una acción muy eficaz de los bancos centrales, tanto de países avanzados como emergentes". El economista consideró que una tasa de inflación de 20 por ciento, que atribuyó a "datos independientes", mostraría "un grado de descontrol de las variables fiscales y monetarias que no está en línea con el grado de avance y sofisticación de la economía argentina".

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